El objetivo más importante de esta actividad, es fortalecer el lazo de amor y confianza entre la madre y el bebé realizando una serie de ejercicios en el agua que generan así una experiencia única para ambos.
Una vez superado el miedo a lo desconocido, el pequeño disfrutara del contacto con el agua estimulando todos sus sentidos.
•Favorece el desarrollo psicomotor: El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse con mayor libertad y así ayudar al desarrollo de su coordinación motriz.
•Fortalece el sistema cardiopulmonar: La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.
•Fortalece el sistema inmunológico.
•Aumenta el coeficiente intelectual: Los bebes que realizan esta actividad dentro de los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea, con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores.
•Fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá: La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederán de otra forma, puesto que se unen las reacciones innatas del pequeño con las propias vivencias que genera la práctica de la natación.
•Fomenta la socialización: De una forma natural y sin estrés la convivencia con otros niños le ayudarán a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere mas confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo.
•Desarrolla habilidades vitales de supervivencia: Los bebes tienen la capacidad de desarrollar un mecanismo casi innato que es el cierre de la glotis, el cual evita que pase agua a sus pulmones y así facilita el aprendizaje para salir a flote y girarse sobre su espalda ante una caída al agua.
El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá de manera positiva en aprendizajes futuros. El agua también ayuda al bebe a relajarse.
Por tanto, el bienestar de los hijos es el máximo objetivo para los padres, de esta manera todos estos factores pueden potenciarse mediante la práctica de la matronatación, cada vez más habitual entre los bebés de 4 a 34 meses.
INSCRIPCIONES ABIERTAS A PARTIR DE ABRIL 2013
